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El registro fitosanitario: Evaluación de la Eficacia y Eficiencia. Parte I/II

Evaluando la Eficacia y Eficiencia de los Productos Fitosanitarios:

Claves para Medir el Impacto y Rendimiento de los insumos fitosanitarios biológicos.

Los productos fitosanitarios biológicos, también conocidos como biopesticidas, están transformando la agricultura moderna al ofrecer soluciones eficaces y sostenibles para el control de plagas y enfermedades. Frente a la reducción de materias activas químicas autorizadas y la creciente presión normativa en la Unión Europea, los agricultores buscan alternativas que garanticen la productividad de sus cultivos sin comprometer la salud del entorno.

En este contexto, los biopesticidas no solo deben cumplir con el requisito de ser más respetuosos con el medio ambiente, sino también demostrar su eficacia en campo, su seguridad para el aplicador y el consumidor, y su viabilidad económica. La clave está en su evaluación rigurosa: desde la definición legal, hasta los ensayos GEP (Good Experimental Practices) y los exigentes procesos de registro fitosanitario europeo.

En este blog te explicamos las claves para evaluar la eficacia y eficiencia de los productos fitosanitarios biológicos, cómo se diferencian de los bioestimulantes, qué papel juegan las directrices EPPO y por qué confiar en productos autorizados en Europa es garantía de resultados. Un enfoque completo para entender cómo se valida científicamente un producto como T34 Biocontrol®, y cómo su uso puede integrarse con garantías en estrategias modernas de protección vegetal sostenible.

En este nuevo escenario, los biopesticidas de última generación —formulados a base de microorganismos específicos— emergen como alternativas sólidas a los tratamientos químicos convencionales. Sin embargo, la transición hacia nuevas estrategias de manejo pueden generar dudas comprensibles: ¿funcionan realmente? ¿cómo se mide su eficacia? ¿qué garantías ofrecen? Esta publicación tiene como objetivo dar respuesta a esas preguntas, aportando un enfoque riguroso y basado en evidencias sobre cómo se evalúa científicamente un fitosanitario biológico.

En este blog nos centraremos en la evaluación de la eficacia de los biopesticidas. En la segunda entrega, profundizaremos en la autorización de la materia activa, su regulación a nivel europeo y su papel en los productos fitosanitarios biológicos. 

1. ¿Qué diferencia hay entre un producto fitosanitario biológico y un insumo o producto bioestimulante?

En la agricultura profesional, entender la diferencia entre un producto fitosanitario biológico y un bioestimulante es esencial para tomar decisiones seguras y eficaces en el manejo de los cultivos.

Ambos pueden compartir ingredientes similares, como ciertos microorganismos beneficiosos, pero su finalidad, regulación y modo de acción son completamente distintos.

Están regulados por el Reglamento (UE) 1107/2009 y se utilizan para proteger a las plantas frente a plagas, enfermedades o malas hierbas. Su comercialización requiere una autorización basada en rigurosos ensayos que demuestren:

– Su eficacia real en condiciones de campo.

– Su seguridad para el aplicador, el consumidor y el medio ambiente.

-Su capacidad para controlar organismos nocivos específicos, con datos contrastados.

A diferencia de los bioestimulantes, pueden atribuirse legalmente propiedades de control de plagas o enfermedades Esto evita confusiones y protege al agricultor de invertir en soluciones cuya eficacia frente a patógenos no está científicamente demostrada.

Regulados por el Reglamento (UE) 2019/1009, se consideran productos fertilizantes.
Su comercialización no requiere una autorización basada en ensayos de eficacia y su función es mejorar:

– El vigor y desarrollo vegetal.

– La absorción de nutrientes.

– La resiliencia frente a estrés abiótico (como sequía o salinidad).

A diferencia de los fitosanitarios, no pueden atribuirse legalmente propiedades de control de plagas o enfermedades, incluso si contienen microorganismos similares. Esto evita confusiones y protege al agricultor de invertir en soluciones cuya eficacia frente a patógenos no está científicamente demostrada.

Comparativa a nivel regulatorio: fitosanitarios vs. bioestimulantes

Aspecto Fitosanitarios biológicos (Reglamento UE 1107/2009) Bioestimulantes (Reglamento UE 2019/1009)
Finalidad del producto Control directo de plagas, enfermedades o malas hierbas Estimulación del crecimiento vegetal, mejora de la absorción de nutrientes, etc.
Categoría legal Producto fitosanitario Producto fertilizante (categoría funcional: bioestimulante)
Evidencia requerida Ensayos de eficacia, toxicología, ecotoxicología, residuos, etc. Pruebas de funcionalidad (mejora del rendimiento, tolerancia al estrés)
Evaluación científica EFSA + autoridades nacionales (procedimiento armonizado) Autodeclaración del fabricante + cumplimiento de requisitos técnicos
Autorización Centralizada o zonal (antes de su comercialización) Evaluación de conformidad (organismo notificado) + marcado CE
Etiqueta y claims permitidos Puede incluir control de plagas o enfermedades si está aprobado No puede incluir claims relacionados con el control de plagas o enfermedades
Microorganismos permitidos Solo si han sido evaluados y aprobados como sustancia activa Azotobacter spp., Rhizobium spp., Azospirillum spp., hongos micorrízicos
Figura 1. Comparativa a nivel regulatorio entre productos fitosanitarios biológicos y bioestimulantes según la normativa europea. Destacan las diferencias en finalidad, exigencias de evaluación y autorización, y el uso permitido de microorganismos.

¿Por qué es clave no confundirlos?

El uso responsable de productos agrícolas comienza por entender su función legal y técnica. Solo los productos fitosanitarios biológicos autorizados han demostrado científicamente su eficacia en el control de enfermedades o plagas específicas. Usar un bioestimulante como si fuera un fitosanitario puede suponer un riesgo legal y agronómico.

2. ¿Qué significa que un producto fitosanitario biológico es eficaz?

En el contexto agrícola, la eficacia de un producto fitosanitario biológico no se mide por promesas comerciales ni por impresiones puntuales, sino por su capacidad comprobada de controlar una plaga o enfermedad en condiciones reales de cultivo.

Definición de eficacia en productos fitosanitarios biológicos

Se considera que un producto es eficaz cuando logra reducir significativamente:

1

La incidencia de la enfermedad (número de plantas afectadas).

2

La severidad de los síntomas (intensidad del daño en las plantas).

Estas métricas se comparan siempre con un grupo control no tratado, y también con tratamientos de referencia (químicos o biológicos) disponibles en el mercado.

¿Cómo se mide la eficacia?

Para validar un producto fitosanitario biológico, se realizan ensayos de eficacia en campo siguiendo normas reconocidas, como las Buenas Prácticas Experimentales (GEP). Estos estudios utilizan criterios científicos y estadísticos rigurosos para garantizar que los resultados:

Principales riesgos ambientales y para la salud:

1

Es un compuesto persistente a muy persistente en el suelo y altamente propenso a lixiviar, aumentando el riesgo de contaminación del agua.

2

La EFSA ha confirmado que Flutolanil forma TFA como metabolito, destacando su peligrosidad.

3

Se han señalado posibles efectos inmunotóxicos, además de la falta de datos sobre la toxicidad de sus metabolitos en los alimentos tratados.

4

En campo, Flutolanil y su metabolito M-11 pueden alcanzar aguas superficiales, afectando a los ecosistemas acuáticos.

5

Su renovación en la UE también está en revisión y no se ha aprobado para 2024.

Tabla Responsive
SUSTANCIA ACTIVA TIPO DE PESTICIDA (USO PRINCIPAL) PERSISTENCIA EN SUELO METABOLITO TFA RIESGOS TOXICOLÓGICOS SITUACIÓN REGULATORIA (UE)
FLUFENACET HERBICIDA (ACETAMIDA) MUY PERSISTENTE (VP) SÍ (TFA RELEVANTE) DISRUPTOR ENDOCRINO* NO RENOVACIÓN
FLUTOLANIL FUNGICIDA (ANILIDA) PERSISTENTE SÍ (TFA CONFIRMADO) INMUNOTOXICIDAD* NO RENOVACIÓN PROPUESTA PARA 2024

Tabla 1. Resumen comparativo de las características del herbicida Flufenacet y el fungicida Flutolanil, ambos con el rasgo problemático de generar TFAs.

Los datos actuales refuerzan la necesidad de buscar alternativas más seguras y sostenibles para el control de malezas y enfermedades como Rhizoctonia en el cultivo de patata, sin comprometer la salud del suelo ni la calidad del agua. En las siguientes secciones, exploraremos soluciones innovadoras que permiten una protección eficaz y sostenible de los cultivos, sin recurrir a compuestos con efectos negativos a largo plazo.

2. Contaminación de suelos y aguas por TFA: Un desafío ambiental en crecimiento.

El TFA no solo se encuentra en suelos agrícolas, sino también en aguas subterráneas, ríos e incluso en la sangre humana. En los estudios más recientes, se ha observado que las concentraciones de TFA son considerablemente más altas que las de cualquier otro pesticida, metabolito o compuesto PFAS, lo que subraya la magnitud del problema y la necesidad urgente de abordarlo.

Evidencias de contaminación generalizada:

Suiza

En Suiza, 550 de 550 muestras de aguas subterráneas contenían TFA en 2022/2023. Incluso en zonas remotas como los Alpes, se detectaron trazas del compuesto (≤0,6 µg/L), presumiblemente por la lluvia.
0 % Muestras

550 de 550 (el 100%) muestras de aguas subterráneas contenían TFA en 2022/2023.

Bélgica - Flandes

En zonas agrícolas intensivas como Flandes (Bélgica), la concentración de TFA en el agua subterránea puede superar los 12 µg/L, lo que excede en más de 120 veces el límite de 0,1 µg/L para metabolitos de pesticidas en agua potable.

Además, un estudio realizado en Valonia (sur de Bélgica) encontró TFA en el 93% de las muestras de agua de grifo, lo que confirma la diseminación del contaminante incluso en agua tratada.
Concentración superior a 0 µg/L,

lo que excede en más de 120 veces el límite de 0,1 µg/L para metabolitos de pesticidas en agua potable

Desafío para las empresas de agua:

Las empresas de agua han advertido que remover el TFA del agua potable es técnicamente complicado y costoso. La mejor estrategia es prevenir su entrada en los recursos hídricos a través de un control en origen, lo que subraya la urgencia de adoptar prácticas agrícolas sostenibles que reduzcan el uso de pesticidas contaminantes. 

Impacto en el suelo y los cultivos:

Aunque el TFA es altamente soluble y se mueve con el agua, puede persistir en el perfil del suelo lo suficiente para ser absorbido por las plantas. Se han detectado residuos de TFA en cultivos y alimentos de origen vegetal, aunque en concentraciones bajas. Sin embargo, la mayor preocupación radica en el agua subterránea: el TFA resiste los tratamientos convencionales de potabilización, lo que dificulta su eliminación y plantea riesgos para la salud humana.


Figura 2: Esquema que representa el destino ambiental de los PFAs.
Disponible en: https://www.openaccessgovernment.org/ebook/pfas-forever-chemicals-perfluoroalkyl-toxicology/155899/

3. Riesgos para la salud humana y ambiental: Un desafío creciente.

Impacto en la salud humana.

Aunque el TFA se consideraba inicialmente de baja toxicidad aguda, las nuevas evidencias científicas sugieren que sus efectos a largo plazo podrían ser más graves de lo que se pensaba. 

En 2023, uno de los productores indirectos de pesticidas generadores de TFA, propuso clasificarlo como tóxico para la reproducción (categoría 1B), tras estudios que mostraron daños reproductivos en animales. Este hallazgo implica que, al igual que otros PFAS, el TFA podría afectar la fertilidad y el desarrollo fetal.

A continuación, se destacan algunos de los riesgos potenciales:

Figura 3: Efectos toxicológicos de PFAs en el cuerpo humano. Disponible en: https://www.openaccessgovernment.org/ebook/pfas-forever-chemicals-perfluoroalkyl-toxicology/155899/

Flufenacet

Flufenacet ha sido identificado por la EFSA como disruptor endocrino, con evidencias de que puede afectar las hormonas tiroideas y el desarrollo cerebral en estudios toxicológicos. Esto es particularmente preocupante para la salud de los niños, ya que puede contribuir a problemas neurológicos o de desarrollo. 

Flutolanil

Flutolanil, por su parte, ha mostrado indicios de inmunotoxicidad, lo que sugiere que podría afectar el sistema inmune. Aunque faltan datos concluyentes en humanos, estos hallazgos requieren precaución, especialmente cuando se trata de exposición prolongada a este compuesto.

PFAs

Esta preocupación se agrava si consideramos los efectos tóxicos que los compuestos PFAS pueden tener sobre la biología humana. La imagen muestra las principales áreas del cuerpo humano afectadas por los PFAS, con distintos niveles de certeza científica.

Entre los efectos con mayor evidencia destacan la neurotoxicidad (alteración de la neurotransmisión), la disrupción endocrina (afectando al eje tiroideo y hormonal sexual), y la inmunotoxicidad (inmunosupresión e inflamación crónica).

También se señalan daños en el hígado (esteatosis y riesgo de NAFLD), riñón (cáncer renal), páncreas, sistema reproductor masculino y posibles efectos en el desarrollo fetal.

 

Impacto ecológico y persistencia: Riesgos a largo plazo.

El uso de estos pesticidas no solo afecta a los cultivos tratados, sino que también representa una amenaza para la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas:

Toxicidad para organismos acuáticos

Flufenacet es altamente tóxico para plantas acuáticas, y su escorrentía puede contaminar cuerpos de agua, poniendo en riesgo a peces e invertebrados acuáticos. Estudios en pez cebra (Danio rerio) han demostrado que exposiciones crónicas a Flutolanil causan daño hepático, alteraciones endocrinas y problemas reproductivos. Además, concentraciones ambientalmente relevantes de este fungicida provocan disfunción neurológica y pérdida de visión en larvas de peces, afectando su supervivencia.

Impacto en polinizadores y biota del suelo

Se teme que Flutolanil también afecte la inmunidad de abejas y otros insectos beneficiosos, haciéndolos más vulnerables a enfermedades. En el suelo, la combinación del TFA con otros pesticidas podría alterar el equilibrio de microorganismos y lombrices, esenciales para la fertilidad del suelo.

A pesar de que Flufenacet y Flutolanil no se acumulan significativamente en la cadena trófica (debido a su relativa polaridad), sus metabolitos persistentes como el TFA continúan acumulándose en el ambiente, especialmente en agua, sedimentos y suelos. Esto plantea serias dudas sobre los efectos a largo plazo en los ecosistemas, ya que los organismos silvestres siguen estando expuestos de manera continua a estos compuestos.

Persistencia del TFA en los ecosistemas:

Aunque Flufenacet y Flutolanil no se bioacumulan significativamente en la cadena trófica, su metabolito TFA sí persiste en el medio ambiente, acumulándose en el agua, el suelo y los tejidos vegetales. Su presencia en cultivos plantea el riesgo de una posible entrada en la cadena alimentaria, con efectos aún desconocidos en organismos superiores.

4. Regulaciones europeas y posibles restricciones.

Un paso hacia la protección ambiental y humana

Los residuos de la fabricación de los pesticidas que generan TFA son igualmente contaminantes. Esta dispersión pone nuevamente en riesgo la salud humana, ya que la contaminación puede llegar indirectamente a través del agua potable contaminada y, en menor medida, por residuos en los alimentos. Por ello, es crucial aplicar el principio de precaución, considerando los efectos potencialmente nocivos para minimizar riesgos y proteger tanto la salud humana como el medio ambiente.

La creciente preocupación científica y pública sobre el impacto del TFA ha llevado a acciones regulatorias significativas a nivel europeo. La Comisión Europea, junto con varios países de la UE, ha comenzado a adoptar medidas concretas para enfrentar este desafío, buscando soluciones que reduzcan la exposición y promuevan prácticas agrícolas más sostenibles.

En diciembre de 2024, propusieron formalmente no renovar la autorización de las sustancias activas Flufenacet y Flutolanil en la UE. Esta decisión, aún en trámite en el Comité Permanente PAFF, se basa en los informes de la EFSA:

Flufenacet

EFSA ha confirmado riesgos inaceptables debido a su potencial disruptor endocrino y la alta probabilidad de contaminación de acuíferos por TFA. 

De hecho, la Agencia Ambiental Alemana ya había identificado en 2017 a Flufenacet como una de las principales fuentes de TFA en Alemania.

Flutolanil

EFSA también señaló graves lagunas de datos sobre los metabolitos en alimentos, además de los riesgos para trabajadores, mamíferos silvestres, organismos acuáticos y abejas. Dado su potencial para generar TFA en el ambiente, se propone la no renovación para proteger la salud y el medio ambiente. La no renovación podría resultar en la prohibición de su uso a partir de 2025, con un periodo de gracia limitado

Por primera vez, los pesticidas que contienen PFAS están siendo reconocidos dentro de un problema más amplio. Aproximadamente una de cada ocho sustancias activas autorizadas en la UE es un PFAS (37 sustancias en total), incluidas aquellas que generan TFA u otros productos fluorados persistentes. Ejemplos de estos pesticidas incluyen Flufenacet, Flutolanil, Diflufenican y Fluazinam. La Comisión Europea está evaluando medidas para eliminar progresivamente estas sustancias del mercado. Además, la propuesta de restricción global de PFAS bajo REACH (Reglamento de Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de Productos Químicos) también incluiría a los pesticidas, lo que podría acelerar la eliminación de estos compuestos.

Estas medidas buscan frenar la «lluvia invisible» de TFA, protegiendo tanto los ecosistemas como la salud humana a largo plazo.  

5. Soluciones Alternativas y Estrategias Sostenibles.

El camino hacia un manejo más ecológico

Con la posibilidad de que los pesticidas como Flufenacet y Flutolanil sean restringidos, es crucial que los agricultores comiencen a adoptar estrategias sostenibles para mantener la productividad sin comprometer el medio ambiente. Si se confirma la clasificación del TFA como metabolito relevante, de acuerdo con la legislación europea, esto impediría la aprobación de pesticidas que lo generen, aumentando aún más la necesidad de alternativas responsables.

Afortunadamente, existen diversas opciones viables para controlar malezas y enfermedades de manera más segura y eficiente. Este escenario subraya la urgencia de tomar medidas proactivas, buscando soluciones que garanticen un futuro más saludable y sostenible para la agricultura y el medio ambiente.

Manejo Integrado de Malezas (MIM)

El MIM es una estrategia que combina varias prácticas de manejo para reducir la dependencia de herbicidas químicos persistentes. Algunas de las alternativas incluyen:

Rotación de cultivos: Alternar cultivos que suprimen malezas invernales, como centeno o mostaza, ayuda a reducir la necesidad de herbicidas.

Cubiertas vegetales: Las cubiertas post-cosecha pueden ser trituradas o incorporadas al suelo, ayudando a controlar malezas antes de la siguiente siembra.

Laboreo mecánico: Técnicas como el falso semillero y la escarda mecánica (azada rotativa) son eficaces para controlar plántulas de malezas sin necesidad de productos químicos.

Herbicidas selectivos: Si se requiere herbicida, se pueden elegir productos sin grupos PFAS y con menor riesgo de lixiviación.

Deshierbe eléctrico: En países como Alemania, se están probando tecnologías que aplican corriente a las malezas para eliminarlas sin usar químicos, reduciendo así el impacto ambiental.

Estas prácticas permiten un control de malezas eficaz y una reducción significativa del uso de herbicidas, logrando rendimientos similares o mejores que los métodos tradicionales.

Control de la Costra Negra (Rhizoctonia solani) en Patata

Flutolanil ha sido tradicionalmente utilizado para controlar la costra negra en patatas, pero hay alternativas biológicas y culturales que ofrecen soluciones más sostenibles:

Biopesticidas

Diversas cepas de microorganismos, como Bacillus spp. y Pseudomonas spp., actúan como competidores del hongo R. solani en la rizosfera de la planta, reduciendo la incidencia de la enfermedad. Los hongos Trichoderma spp. también son efectivos, creando una barrera natural contra el patógeno.

Un ejemplo innovador es el producto RootDei Biocontrol® (https://biocontroltechnologies.com/en/rootdei-biocontrol/) (recientemente presentado en el sector), que utiliza la exclusiva cepa T34 de Trichoderma asperellum para su aplicación en el surco, con el objetivo de proteger las raíces y, al mismo tiempo, mejorar la cosecha de tubérculos comercializables. Además, este producto contribuye a reducir la incidencia de otros patógenos del suelo. Se ha demostrado que T34 es un tratamiento sin residuos (puedes consultar más detalles aquí (https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32005R0396). Este tipo de soluciones no solo eliminan residuos tóxicos, sino que también favorecen la salud general del suelo.

 

Prácticas agronómicas:

La rotación de cultivos es fundamental para reducir el inóculo de R. solani. Incorporar cereales o leguminosas en la rotación permite que los esclerocios del hongo decaigan, mejorando la salud del suelo.

 

Semillas sanas y tratadas adecuadamente: Inspeccionar y desechar las semillas con síntomas de costra negra y tratar la semilla con productos naturales, como harina de mostaza o ceniza rica en potasio, tiene efectos antifúngicos.

Fungicidas de bajo impacto:

Si es necesario un tratamiento químico, se pueden utilizar fungicidas alternativos con un perfil ambiental más favorable (p. ej., Azoxystrobin o Boscalida) que no generan TFA. Las aplicaciones de dosis bajas combinadas con biocontrol también han mostrado buenos resultados.
 

Protección de Cultivos mediante Tecnología e Innovación

Las tecnologías innovadoras están desempeñando un papel clave en la agricultura sostenible:

 

Solarización del suelo: Cubrir el suelo con plástico transparente bajo el sol puede «pasteurizar» el terreno, eliminando patógenos y malezas antes de la siembra.

Agricultura de precisión: Herramientas como drones y sensores permiten mapear las infestaciones de malezas y aplicar tratamientos de manera localizada, reduciendo el uso de insumos y mejorando la eficiencia.

Estas tecnologías, junto con enfoques agroecológicos, buscan reemplazar la dependencia de químicos persistentes por soluciones naturales y físicas.

Además, la transición hacia prácticas más sostenibles está respaldada por políticas europeas. La Estrategia “De la Granja a la Mesa” de la UE busca reducir en un 50% el uso de pesticidas químicos para 2030, lo que refuerza aún más la necesidad de adoptar alternativas más ecológicas.

Adoptar estas prácticas no solo reducirá la liberación de TFA y otros contaminantes, sino que también mejorará la salud del suelo y aumentará la resiliencia de los ecosistemas agrícolas. De hecho, muchos agricultores que ya están implementando estas soluciones están experimentando resultados positivos, como una reducción de costos y rendimientos sostenibles.

 

6. Conclusiones

La problemática de los pesticidas que emiten TFA resalta la urgente necesidad de redirigir nuestras prácticas agrícolas hacia modelos más sostenibles. En las regiones productoras de patata de centro-Europa, el uso intensivo de productos como Flufenacet y Flutolanil ha resultado en una contaminación generalizada de los recursos hídricos con químicos persistentes, conocidos como «químicos eternos». La presencia de TFA ha sido documentada en suelos, acuíferos, e incluso en aguas embotelladas, lo que plantea riesgos considerables tanto para los ecosistemas como para la salud humana.

A pesar de estos desafíos, la acción regulatoria está en marcha. Las autoridades europeas han comenzado a reconocer la magnitud del problema y están avanzando hacia la prohibición de estas sustancias, buscando proteger tanto las aguas subterráneas como la salud pública.

Para los agricultores y asesores técnicos, este cambio regulatorio no debe percibirse como una amenaza, sino como una oportunidad para innovar en el manejo agrícola. Las estrategias de control integrado de plagas y malezas, combinadas con nuevas herramientas biológicas (como RootDei Biocontrol® y otros bioinsumos), ofrecen soluciones efectivas para mantener la productividad sin comprometer el medio ambiente. Producir de forma rentable y limpia es posible, y reduciendo el uso de pesticidas persistentes, nuestras explotaciones agrícolas se volverán más sostenibles y resilientes.

Además, este enfoque contribuye a la preservación del suelo y del agua potable, dos recursos esenciales para la vida. Como sector agrícola, eliminar los PFAS de nuestros sistemas de cultivo es un paso crucial para responder a la alerta ecológica actual y garantizar un futuro viable para las próximas generaciones en el campo europeo.

 

7. Referencias

  1. Arp, H.P.H. et al. (2024). The Global Threat from the Irreversible Accumulation of Trifluoroacetic Acid (TFA). Environmental Science & Technology, 58(45), 19925–19935
  2. PAN Europe (2024). Forever Chemical Found Even in Pristine Mineral Waters – Press Release, 3 Dec 2024.
  3. EurEau (2024). PFAS in pesticides: Will Europe finally move? – News, 4 Dec 2024.
  4. PAN Europe (2024). High concentrations of TFA in drinking water call for ban on PFAS-containing pesticides – Press Release, 15 Nov 2024.
  5. FOEN Suiza (2024). Trifluoroacetic acid (TFA) in groundwater – National Groundwater Monitoring NAQUA.
  6. Health & Environment Alliance (2024). Joint letter calling for a ban of flufenacet – Press, 12 Nov 2024.
  7. PAN Europe (2024). PAN Letter to SCoPAFF on flutolanil (PFAS pesticide) .
  8. ZeroPM (2024). Regulatory Watch Update Dec 2024 – Non-renewal of flufenacet & flutolanil .
  9. Teng, M. et al. (2019). Chronic Toxic Effects of Flutolanil on the Liver of Zebrafish. Chem. Res. Toxicol, 32(6), 995-1001.
  10. Yang, Y. et al. (2024). Flutolanil at env. relevant levels induces neuro-visual disruptions in zebrafish larvae. J. Hazard. Mater. 469, 134108.
  11. PAN Europe (2023). Ban PFAS pesticides and TFA – Campaign Brief
  12. PAN Europe (2023). Europes Toxic Harvest: Unmasking PFAS Pesticides Authorised in Europe
  13. Sturm et. al. (2023). Trifluoracetat (TFA): Grundlagen für eine effektive Minimierung schaffen – Räumliche Analyse der Eintragspfade in den Wasserkreislauf. Umwelt Bundesampt
  14. Lein (2023). PFAS: The “New” Forever Chemicals. UC DAVIS Veterinary Medicine

 

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